Viajando con Zapas

Esa pregunta que puede abarcar un todo y terminar en un nada, ¿quién no se ha hecho esa pregunta alguna vez?’¿Por qué…?’. A veces temes que se te venga a la mente, otras la buscas de forma desesperada, pero lo cierto es que, como en otras cuestiones en la vida, en el correr también tiene su espacio.

En mi caso se me presenta muy a menudo, más de lo que os pensáis y mucho más de lo que quiero. Esta vez se presenta seguido de la competitividad, ¿por qué no gano carreras? ¿por qué no puedo o no soy ahora mismo competitivo? La respuesta rápida, soy un perdedor y lo he de asumir. La respuesta pesimista, sí es cierto no soy competitivo, no voy a poder ganar …no lo he conseguido hasta el momento seguro que no lo conseguiré…bah para qué salgo a correr hoy, mi espíritu competitivo ha muerto junto con las ganas e ilusión, pongo las zapas en venta y me lo gasto en juegos de PS3 (buena inversión ^^). La visión optimista (y que actualmente defiendo a capa y espada) de momento es cierto no he ganado, ni soy competitivo, pero tiene solución, mejorar los entrenamientos tanto en cantidad como en calidad, invertir en mí con unas dietas personalizadas, un entrenador que me de caña y me ponga a tono, incluso un grupo de auto motivación en un momento dado, pero sobre todo seguir luchando y arañando décimas al crono en cada carrera, aun no tengo ni 30 años, los hay que empiezan a correr pasados los 50, son competitivos y ganan!! el querer es poder!! Yo quiero y creo que puedo ganar, y lo haré tarde o temprano si sigo trabajando, esforzándome veré los resultados, tengo que se paciente, constante  y comenzar a ser más (o algo) organizado. Si cumplo esas tres premisas será cuestión de tiempo.

Por lo tanto, hay que destacar las tres visiones que se pueden tener, ya no solo con esta pregunta que abre el post si no con todo lo que nos depare en la vida.

• Visión rápida
• Visión pesimista
• Visión optimista
• La realista es para aquellos pesimistas que no creen en la optimista 🙂

Obviamente soy 100% optimista con la vida, es un regalo y hay que aprovecharlo. Disfrutad siempre que podáis y no renuncies a vuestros retos. Muchos retos pequeños forman una meta muy grande. Comienza a construir tu meta.
Nos vemos en la calle!

Iván.