Ganas vs Tiempo

El eterno debate de las personas, entre las que me incluyo, que nos gusta practicar algún deporte pero que por diversos motivos no le dedicamos todo el tiempo que necesitaríamos para poder llegar a realizar las metas por las que comenzamos o en muchos casos retrasarla en el tiempo. En mi caso particular es correr, pero se puede extrapolar a cualquier otro deporte o hobby.

Las ganas, ese factor fundamental para llevar a cabo cualquier cosa, para correr las ganas casi nunca me faltan, pero sí el tiempo, ese que no se recupera, que es finito, aunque vivimos en una sociedad inundada por ‘motivadores’, personas extremadamente llenas de ‘actitud’, de influencers deportistas ya sean populares, semiprofesionales o profesionales, que te venden que ‘no es cuestión de tiempo, sino de actitud’ pues a todas esas personas va dedicado lo que sería un día mío con el que me levanto con todas las ganas del mundo para ir a correr…pero ¿y el tiempo?

7am. Suena el depertador, oh no! puta bida!! Por la ventana todo oscurito, fresquito, ojos a medio abrir, toca asearse, ponerse algo decente, desayunar y al lío, a trabajar a Indra…desmotivado no, lo siguiente, por delante me esperan 10 horas de oficina.

6pm. Se acaba la jornada laboral, bieeen!! A cambiarse y correr unos kms!! 😀 ring ring el teléfono suena…mmm, no pinta bien, Iván tienes un crío que cuidar!! Anda coño, sabéis que sigue…

6.20pm Recogida del peque en casa de la abuela, directos al parque a que juguetee y desfogue (yo también jugueteo como uno más)

7.30pm Hora de volver a casa. Preparar la cena para el peque, ducha del peque y prepara la habitación.

9pm Con suerte estaremos terminando de cenar, falta la leche con galletas (ritual imprescindible), con unos pocos dibus.

9.30pm Cepillarse la boca, pipi/popo y a la cama. Toca cuento/canción o lo que se tercie.

10/10.30pm Se ha dormido! Ahora sí que sí, me toca vestirme para ir a correr, anda no! Tengo que recoger la cocina…

11pm Ya tengo relevo en casa, ahora sí, me toca…ostras! son las 11pm, sin vestir…a la vía verde tan tarde…sólo 2kms alumbrado…fff …hay tiempo…ya no hay ganas.

Cuando tengo tiempo las ganas se han desvanecido, y eso podría ser varios días a la semana, cierto que alguno me vengo arriba en un acto de valor y  salgo, pero en la cabeza sólo tengo…joder vaya horitas de salir, son las 11.30pm me quedan mínimo 45min. para llegar a casa, ducharme, cenar algo y me tengo que levantar a las 7am para currar nuevamente.

Muchos dirán «roba el tiempo a la cama», pero si no duermo 5/6 horitas no soy persona (contando con los 2-3 cafés diarios).

Aun así, con días como el antes mencionado logro entrenar 3/4 veces por semana fuera de casa y cuando estoy muy perezoso, en casa hago algo para sentirme bien y decir…bueno he hecho algo y no pierdo lo realizado hasta ahora. Veces he tenido que cancelar carreras, por saber que no estoy para ir y dónde el ir me supone un sobre esfuerzo ya no sólo físico, sino mental, de saber que voy ya pensando sólo en lo que penaré y  no en disfrutar de lo que me gusta.

¿Hasta qué punto hay esa necesidad? ¿y si no es sólo cuestión de actitud? ¿y si es falta de conciliación con la vida social/familiar en el trabajo?

 

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