Como bien titulo esta nueva entrada, tras cerca de 7 semanas sin realizar publicación alguna revivo, ‘blogueramente’ hablando, y es que he pasado por una situación profesional y personal con altibajos, más bajos que altos pero de todo se aprende =) Y como no podía ser de otra forma vengo con la lección aprendida y las pilas cargadas, dispuesto a seguir con mi objetivo final, hacer de mi afición mi trabajo para que éste pase a ser mi pasión.
Los que me habíais leído sabíais que mi primera parada cuando comencé este blog era participar en la media maratón de Bilbao, bilbao night marathon, celebrada el pasado 17 de octubre, pero por los problemas surgidos hablando en plata…no tenía ni un duro para poder costearme el trayecto desde Madrid a Bilbao y menos aun el alojamiento de una noche y el estar allí. Así que opté por realizar otra carrera ese mismo día con una participación mucho menos aglomerada, con menor renombre, para mí mucho más económica y que ha sido un antes y un después en mi etapa como corredor, se trata de la carrera ‘Montaña Solidaria‘ de El Escorial. Pensaréis pero qué diferencia!! Estabas entrenando para una urbana y de golpe y porrazo ¿te vas a meter 22kms de montaña? Pues sí…así fue, pensaba que el trail running era similar a salir a correr por la carretera o el parque del pueblo, ignorante de mí…si la siguiente pregunta que os hacéis ¿en qué kilómetro te retiraste? Siento decepcionaros, soy muy cabezón, acabada en 3:16h, ahora bien…la odisea por la que pasé…fue como poco dolorosa, es algo que no recomiendo a nadie en su sano juicio. Cierto que hasta el kilómetro 5 iba como pedro por su casa tan pancho, subiditas, llaneo…peo ay amigo!! las cuestas son los jueces en estas carreras y colocan a cada uno en su sitio, en mi caso me colocó en la cola jeje, superada la pendiente principal en el km 9 comienza mi fiesta particular, calambres en femorales y pinchazo en los gemelos (se van a subir…a mi no por favor!!), pues sí se hace bola y que sucede, te paras estiras confías en que es algo pasajero y en marcha, lástima no lo era, km 13 nueva parada a saludar a quien iba a ser mi mejor amigo de la carrera…cualquier árbol decente para aguantar 85kg de peso. Seguimos y en el km 16 paramos, continuamos como no después de andar durante más de 6 km de llaneo, pero por favor que mal lo llevaba, ya no era el dolor, los calambres, era la frustración de saber que si hubiera ido a Bilbao estaría corriendo, si si corriendo, no andando cual anciano paseando por el pueblo. Falta poco 6kms más y acaba el calvario, llega el km 18 y la «muerte» acecha y el tirar la toalla se me pasa por la mente, pero como ya he comentado …soy más borrico que en lugar de respirar relinchaba, seguimos ya con la bola hecha de piedra y yo hecho una mierda, así de claro sin paños calientes, entré a meta como Chiquito de la calzada, tocar la alfombra del crono y dejar que el cuerpo haga el resto hacia el suelo…bendito suelo. Conclusión de ese día, no haced el cabra, pensad las cosas y ver vuestros límites, personalmente no salí tan mal parado…dos semanas en el dique seco y fisioterapia dos veces a la semana, tuve suerte.
Después de daros la chapa he de decir que gracias a esa carrera me he dado cuenta que el trail es el verdadero deporte que me llena y me satisface practicar, salir a correr por las calles del pueblo, parque de turno está bien…correr por la montaña es una gozada, me siento libre, en paz conmigo mismo, puedo hablar en voz alta solo sin que me miren, intentad pillar algún caballo y sobre todo que ningún jabalí me pille a mí. Complementado con la mtb, de la cual dedicaré algún que otro post con rutas, anécdotas e imágenes preciosas.
Tanto fue lo que me gustó que ahora cada vez que puedo me escapo a la montaña a correr y las carreras que tenía en mente han cambiado por carreras de trail. La próxima parada la Moral Trail de Moralzarzal el 28 de noviembre y con vistas a la maratón de la Transgrancanaria del 6 de marzo 2016, primera carrera que disputaré en mi tierra =). Por cierto, ya esto lo dejo caer, estoy dispuesto a ser probador de cámaras de acción.
Yo he tenido que sufrir para aprender a disfrutar ¿y tú? ¿tienes alguna anécdota deportiva que te haya hecho cambiar tu forma de pensar? Compártela con nosotros.
Un abrazo.